Guadiateño
En el programa «Los Pedroches en un ratito», transmitido a través de Facebook, se ha puesto en evidencia un asunto de suma gravedad que sacude a la región. En esta plataforma, los espectadores fueron testigos de un lamentable episodio en el que el presidente de la Diputación Provincial se vio obligado a dar explicaciones sobre la contaminación del agua de la colada, un hecho que ha levantado interrogantes sobre la salud pública y el medio ambiente.
Resulta indignante observar cómo, ante presuntas violaciones flagrantes de las normativas y legislaciones vigentes en materia de vertidos, las autoridades competentes se ven en la obligación de justificar la inexcusable conducta de quienes han contaminado el recurso vital del agua. ¿No constituye esto un atentado directo contra la salud pública y el medio ambiente?
La perplejidad crece al constatar que el presidente de la Diputación, lejos de comparecer donde verdaderamente se necesita, en El Alto Valle del Guadiato, opta por dar explicaciones en Pozoblanco. Es como si la solidaridad y la lucha incansable de esta comunidad quedaran en segundo plano frente a los intereses políticos y las maniobras evasivas.
El embalse de Sierra Boyera, erigido exclusivamente para abastecer a la Comarca de El Alto Valle del Guadiato, se ha convertido en el epicentro de una lucha desigual. Mientras se proclama la excelencia y pureza del agua que de él emana, los recursos son compartidos con otras comarcas, cuyo consumo excede con creces su justa cuota. La situación es tal que, sin este vital líquido, la subsistencia de los animales de granja, pilares de la economía local, estaría comprometida.
Ante este escenario, el presidente de la Diputación se presenta para dar explicaciones que, más que esclarecer, oscurecen la responsabilidad de los verdaderos perpetradores de esta afrenta ambiental. Es insuficiente justificar la situación por «despistes» o «falta de conocimiento». La búsqueda de culpables y la aplicación rigurosa de la ley deberían ser la prioridad, no las explicaciones vacías que solo sirven para desviar la atención de la verdadera problemática.
Es hora de asumir la responsabilidad, de rendir cuentas ante la justicia y la ciudadanía. No podemos permitir que aquellos que han comprometido nuestra salud y la de nuestras futuras generaciones queden impunes, libres para continuar con sus negligencias y prácticas irresponsables.
Desde El Guadiato, exigimos justicia, exigimos respuestas verdaderas y acciones contundentes contra aquellos que han atentado contra nuestro medio ambiente y nuestra salud. No hay explicaciones que valgan frente a la gravedad de sus actos. Es hora de hacer frente a esta asignatura pendiente, de poner fin a la impunidad y de salvaguardar lo que es de todos: nuestro medio ambiente.
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